Acreditación de Unidades Asistenciales de Neumología Pediátrica

Acreditación de Unidades Asistenciales de Neumología Pediátrica SEPAR - SENP

JUSTIFICACIÓN

La Neumología Pediátrica es una subespecialidad que surgió por primera vez en algunos países europeos en la década de 1970, cuando se formó la Sociedad Respiratoria Europea Pediátrica (EPRS).1 Otros países como EE. UU también reconocieron la subespecialidad de Neumología Pediátrica en la misma década.2

A principios de los años 90, la EPRS se incorporó a la Asamblea Pediátrica de la European Respiratory Society (ERS).1 En España, la Sección de Neumología Pediátrica se creó en 1977 tras la aprobación por la Junta de la Asociación Española de Pediatría (AEP). La Neumología Pediátrica fue reconocida como una sección por la propia AEP en 1979, al igual que otras subespecialidades, en respuesta a los condicionantes científico-técnicos y socioeconómicos que justificaban su desarrollo como subespecialidad con personalidad propia, sin dejar de estar íntimamente unida a la Pediatría.3

La Sección de Neumología Pediátrica de la AEP se transformó en Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) en 1995.

En 2017 se creó el Área de Neumología Pediátrica dentro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), quedando constituida en el 50º Congreso SEPAR celebrado en Madrid.

En la actualidad, la Neumología Pediátrica -al igual que el resto de las subespecialidades pediátricas- todavía se encuentra en trámite de reconocimiento como Área de Capacitación Específica por parte del Consejo Nacional de Especialidades Médicas y el Ministerio de Sanidad.3

La AEP, a instancias de la SENP, reconoce la actividad de los pediatras dedicados a la Neumología Pediátrica mediante un proceso de acreditación que comenzó a finales de la década de 1990. Uno de los requisitos exigidos para obtener dicha acreditación es haber dedicado una labor asistencial durante un mínimo de cinco años en una Unidad de Neumología Pediátrica.

Según una encuesta realizada por la SENP a mediados de la década de 2010, en España había 41 centros hospitalarios que disponían de Unidad de Neumología Pediátrica, cada una de ellas con un nivel de complejidad determinado según el cumplimiento de una serie de criterios considerados en dicha encuesta. En general, sólo los grandes hospitales tienen un equipo dedicado con exclusividad a la Neumología Pediátrica, y pocos ofrecen experiencia en áreas altamente especializadas. Esto no excluye a otros hospitales pequeños de tener Unidades de Neumología Pediátrica en las que puede desarrollarse una actividad más básica, trabajando en colaboración con otras Unidades más complejas cuando es necesario.

Es importante establecer los requisitos mínimos que debe cumplir cada Unidad en base al nivel de complejidad al que pertenece según su estructura, recursos y su actividad asistencial, docente e investigadora.4,5 Estos requisitos necesitan ser revisados y aprobados por un comité evaluador competente con el fin de que la Unidad obtenga la acreditación en el nivel que le corresponde y sea capaz de ofrecer una calidad asistencial adecuada. Las estrategias de optimización de la calidad asistencial se utilizan cada vez más para mejorar la seguridad de los pacientes y reducir la variabilidad en la atención prestada y en los resultados obtenidos. Además, estas estrategias mejoran la sostenibilidad financiera del sistema sanitario.6

Es un hecho evidenciado que cuando se mejora el conocimiento de los profesionales, se optimizan los recursos y se organiza adecuadamente el manejo de los pacientes, se consigue un mejor control de la enfermedad, sin incrementar los costes, y disminuyendo el gasto por paciente. Esto ya ha sido demostrado en enfermedades como el asma.7

Por ello, la SEPAR, a través de su Comité de Calidad Asistencial y a iniciativa conjunta del Área de Neumología Pediátrica de la SEPAR y de la SENP pone en marcha este proceso de acreditación de Unidades Asistenciales de Neumología Pediátrica con el espíritu de que sea de ayuda para que los profesionales sanitarios que atienden a los pacientes pediátricos con enfermedades respiratorias cuenten con los recursos necesarios según su grado de complejidad para poder ofrecer los mejores cuidados en salud y lo hagan con la máxima calidad.

Este procedimiento implica una acreditación global de las Unidades de Neumología Pediátrica en el conjunto de su tarea asistencial, docente y de investigación, sin significar una acreditación específica de áreas determinadas dentro de las unidades (por ejemplo, unidad de asma grave pediátrica o laboratorio de función pulmonar), que se deben vehicular en otros procedimientos de acreditación específicos.

OBJETIVOS

  • Mejorar el nivel de cuidado de los niños con enfermedades respiratorias, asegurando un marco de calidad asistencial.
  • Establecer los recursos necesarios y facilitar su gestión.
  • Ayudar a impulsar el desarrollo de planes formativos en Neumología Pediátrica y avanzar en el concepto de “acreditación del conocimiento”.
  • Favorecer la colaboración con profesionales de otras disciplinas clínicas, en un entorno de cooperación.
  • Ayudar a promover la investigación en Neumología Pediátrica.